Esta Navidad, ¡agárrate el paquete!
Signpost at the beach reading plastic kills in english and Spanish in front of the Atlantic ocean.

Esta Navidad, ¡agárrate el paquete!

Agarra el paquete, ¿a que es de plástico?

Desde bolsas de la compra hasta botellas de agua, las cosas normales que usamos todos los días están hechas principalmente de plástico. Los plásticos son sustancias químicas sintéticas que, cuando se desechan, causan contaminación, atascan mares, ríos y playas, además de matar animales (o de dejarlos deformes, mira la historia de la tortuga Peanut). No digo nada nuevo que no sepamos ya.

¿Somos realmente conscientes de la inmensa cantidad de plástico que llevan los embalajes y paquetes de las cosas que compramos? No lo parece. ¿Hay alterativas? Afortunadamente, si. Pero para que la alternativa ecológica funcione, tendríamos que hacer muchos más esfuerzos.

Se han hecho muchas investigaciones y debates sobre cómo podemos mejorar el embalaje, y en particular la descomposición del plástico para ayudar a mejorar y mantener nuestro medio ambiente (y digo “nuestro” para no quitarme responsabilidad: a veces se dice “el” medio ambiente y parece que la cosa no va con uno). Y aquí viene nuestra pregunta, ¿se pueden crean embalajes que causen menos impacto?

Esta imagen da ganas de matar…

Estamos empezando a ver bolsas de plástico con la frase “plástico 100% biodegradable” escrita en la parte inferior. Parece que vamos avanzando… pero hay mucho trabajo: su uso todavía no es generalizado y sólo se reciclan un 10% de esas bolsas.

Los plásticos biodegradables son partículas plásticas normales pero que pueden descomponerse rápidamente en presencia de oxígeno y luz, debido a que se han añadido ingredientes adicionales. Sin embargo, esto no resuelve el problema de reducir las basuras y la contaminación. Todavía tenemos problemas con los desechos de plástico, ¿o como estamos en invierno se nos ha olvidado cómo se ponen las playas de porquería según el viento que sople? El alucinante “Séptimo Continente” es de basura tiene unas dimensiones monstruosas: es una gran isla de plásticos en medio del Océano Pacífico que tiene 7 veces la superficie de España.

Muchos países de la UE están optando por exportar la basura para reducirla en sus territorios. Así nosotros parece que estamos un poco más limpios y los países pobres, como no los vemos, nos da igual que estén sucios.

En Europa somos más de llevar la mierda fuera…

Hay alternativas, y aunque no son lo suficientemente potenciadas, arrojan un poco de esperanza al tema. Nav Sidhu, nuestra Design Thinker del Equipo PRENDE, pasó dos meses investigando y usando las herramientas de Design Thinking para innovar a través de un embalaje ecológico: se le ocurrió utilizar peladuras de frutas y verduras y convertirlas en plástico. Nunca pensó que sería digno de implementación, pero su investigación posterior sugirió lo contrario cuando encontró la súper historia de Efil Bilgin: esta chica de 20 años de Estambul, Turquía, ha estado experimentando y utilizando su aguda mente para crear bioplásticos. Efil es una joven científica muy motivada, y su motor ha sido intentar reducir los plásticos con base de petróleo, utilizando cáscaras de plátano para sustituir a la celulosa que normalmente se encuentra en los plásticos. Después de 4 años de pruebas y varias decepciones, por fin ha tenido éxito. Y no sólo se pueden hacer a partir de cáscaras de plátano: las de mango y las de patata también valen. El bioplástico de Efil se puede reciclar y cuando se descompone adecuadamente, lo hace en 6 días. Si, si, ¡6 días!

Mamá, mamá, ¿la Navidad es de plástico?

Ahora que llega la Navidad, no sólo vamos a tener comilonas: también vamos a generar muchísima basura, la mayoría en forma de plásticos que servían de envoltorio a nuestros regalos. Y así nos va, pero como Europa somos los países ricos del mundo, ya venderemos la mierda a otros para que la quemen o la escondan debajo de sus alfombras. Hasta que no tomemos conciencia de que empieza por nosotros mismos, pero que la mayor responsabilidad viene de Gobiernos y grandes Compañías, seguiremos cuesta abajo y sin frenos.

¿Crees que hay suficiente innovación centrada en la ecología? Porque nosotras no. ¿Quién crees que debe asumir el mayor riesgo y la responsabilidad de preservar NUESTRO medio ambiente? Mientras los de arriba no tomen las medidas necesarias, por favor, estas vacaciones hagamos un esfuerzo por que nuestros plásticos ahoguen lo mínimo posible a nuestro planeta.

Desde PRENDE aprovechamos para desearos unas Felices Fiestas. ¡El año que viene más!

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